Una defensa eficaz a través de la fuerza interior. El organismo humano está en constante intercambio con su entorno. Para que este intercambio tenga éxito, necesitamos un sistema inmunológico fuerte. El éxito de la defensa contra los virus y las bacterias requiere una compleja red de impulsos finamente ajustados, cuya adaptabilidad es tan importante como la disponibilidad de diversos recursos bioquímicos.

Nuestro sistema inmunológico es extremadamente equilibrado, sin embargo, necesita un número aparentemente incontable de sustancias y factores para cumplir su función de forma óptima. Nuestros experimentados médicos naturistas reconocen, por ejemplo, a través de los diferentes síntomas de las mucosas, cómo está el sistema inmunitario. Al mismo tiempo, se realizan pruebas de laboratorio especiales para analizar las indicaciones de los procesos inflamatorios, así como los niveles de minerales, vitaminas y otros factores bioactivos, con el fin de iniciar las medidas terapéuticas en el lugar adecuado del sistema inmunitario. También es importante estimular la actividad celular para que nuestro sistema inmunitario pueda desarrollar toda su eficacia. Esto puede lograrse especialmente mediante la aplicación de oxígeno u ozono. La gran mayoría de las células inmunocompetentes se encuentran en el intestino, por lo que es obvio empezar por el mismo y provocar una regeneración duradera. Esto se puede lograr con la cura de F. X. Mayr, cuyos principios son la protección, la limpieza y la activación de la función intestinal.